lunes, 10 de enero de 2011

De Formentera a Madrid: José Torres Riera.


José Torres, Ingeniero de Telecomunicaciones.


José Torres nace el 26 de agosto de l942, en San Francisco Xavier, Formentera. Es hijo de un propietario de una pequeña finca y tiene tres hermanos. Estudia bachillerato en el Instituto Santa María de Ibiza y, a los 15 años, pasa al de Alicante, en el que termina el bachillerato superior. Luego, se hace Ingeniero Técnica Aeronáutico.

Exceptuando dos años que trabajó en el aeropuerto del Prat de Barcelona, toda su vida profesional la ha dedicado al espacio. Cuando le entrevistamos, en 1999, es director de la División de Ciencias del Espacio, del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial). Ha participado proyectos de todo tipo, tanto españoles como europeos. Ve el futuro espacial con optimismo y, cuando le entrevistamos, cree que, en una década, se podrán tener bases en la Luna.

- ¿Cómo era Formentera después de la Guerra Civil?

- No conocía el turismo y los medios de vida que había entonces eran la pesca, la agricultura y la emigración. Mi mismo padre había emigrado a la isla de Cuba con un tío mío que se casó y murió allí. Formentera tenía entonces pocas urbanizaciones. Eran casas unifamiliares. En cada finca había una y, en los pueblos, un par de núcleos pequeños. Todo el tráfico que llegaba a la isla tenía que pasar por Ibiza y se hacía la travesía a vela. Se lo oí contar a mis padres. Las barcas a motor que unían a ambas islas eran cada vez más potentes. En Ibiza no había ni aeropuerto. Recuerdo que utilicé por primera vez el avión desde Madrid a Ibiza en los años 60.

- ¿Era feliz la gente en aquel tiempo?

- Pues posiblemente más que ahora. Hombre, se notaba el aislamiento en cuanto que el progreso llegaba con retraso a la isla. Pero ahí todo el mundo se conocía. La gente se dedicaba a lo suyo y yo creo que no había ese afán consumista de querer acaparar más y de hacer más dinero como empezó a ocurrir luego, con la llegada del boom turístico a partir de la década de los sesenta. Evidentemente, el turismo ha aportado mucho a las islas, no lo negamos. Por lo menos, en el plano material. En el personal, unos piensan que ha sido muy positivo y otros pueden pensar en sus aspectos negativos que, indudablemente, los tiene.

- Tras estudiar el bachillerato superior en Alicante, decide continuar con los estudios en Madrid.

- Así es. Me vine en el año 1962 e hice Ingeniería Técnica Aeronáutica. En Palma, entonces no había ni siquiera Universidad. Tampoco en Alicante. Podía haber ido a Barcelona o a Valencia. Valencia y Alicante estaban prácticamente a la misma distancia que Mallorca porque había que coger el barco y casi se tardaba lo mismo en ir a la capital balear que en llegar a Valencia o Alicante. Pero la rama de Aeronáutica no existía más que en Madrid.

Mañana, continuará: (II) Una vida dedicada al espacio.

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