lunes, 20 de diciembre de 2010

Isleños en Madrid. (A caballo entre dos siglos)

(Mallorquines, menorquines, ibicencos y formenterenses sitos en la capital de España y a caballo entre dos siglos, entrevistados por Santiago Miró)

A caballo entre dos siglos –1999-2001–, una serie de personajes nacidos en las Baleares y ubicados en Madrid se dan cita con este reportero isleño. Y, en el ecuador magnético de sus vidas, mantienen con él una entrevista. Marcados por la señal y la huella mediterránea, todos ellos han mantenido y guardado una relación fluida con España y con el resto del mundo. Pero sienten, en sus vidas madrileñas, la añoranza del mar azul y, en sus estancias isleñas, la del azul cielo madrileño.

Dos lustros más tarde, maduradas y con el distanciamiento suficiente –algunos de estos mismos personajes entrevistados murieron en los últimos años–, aprovecho las ventajas de Internet para lanzarlas al viento. Son isleños que hablan con ternura y con cierta añoranza de su tierra. Cada uno de ellos la abandonó un día para ampliar su campo de acción y desarrollar sus actividades allende los mares que la rodean. Y cada uno de ellos destaca a su manera, lejos de su isla, en el ambiente político, económico, militar, sanitario, hostelero, cultural, financiero, eclesiástico, gastronómico, judicial... Y, salvo algunas excepciones, muy pocos descartan volver un día a ella para pasar los últimos años de su vida en donde nacieran.

A lo largo de una treintena de entrevistas con ellos, en la ciudad cosmopolita de Madrid, descubro cómo guardan cierto recuerdo nostálgico por las islas, en donde nacieron. Y su añoranza de un mar limítrofe contrasta con el Madrid abierto y sin fronteras. Aunque la fantasía convierte a veces sus deseos en realidades contradictorias. Así, una calle como Herrera Oria, es llamada carretera de la Playa. Madrid se convierte en la imaginación artística de no pocos, en puerto central en donde atracan barcos de todo el Mediterráneo. Y, en esta capital, se ubican los mejores precios para el alquiler y la compra y venta de embarcaciones. La dirección de la UECC Ibérica (United European Car Carriers), compañía naviera sueca española, líder en el transporte de coches por mar, se halla igualmente ubicada en Madrid y ha estado dirigida por un mallorquín. Diviso, entre las numerosas empresas del cinturón, una fábrica en la que se construyen faros que luego se distribuirán por la costa y las islas. Y la dirección general de la que fuera Compañía Trasmediterránea, se encuentra en pleno centro madrileño, una ciudad que, en realidad, tiene de todo, menos puerto de mar.

Atrapado en los tentáculos de esta capital que no distingue entre nativos y foráneos, el isleño sigue pensando en su isla. La mayoría de ellos ha desarrollado su vida profesional en este gran crisol. “En Madrid –sostiene uno de ellos–, a falta de mar, nos hemos acostumbrado a mirar el cielo. Por algo se dice: de Madrid al cielo”. Aunque se hace difícil imaginar que puede haber paraíso sin brisa marina.


(Inicio: el próximo primero de enero.)