sábado, 19 de febrero de 2011

Elices Calafat: “Me gustaría morir con las botas puestas” (Y VII)


Manuel Elices, trabajando en su casa menorquina.


Desde hace dos años, Manuel Elices Calafat vive jubilado, pero sigue trabajando con la misma ilusión que en años anteriores.

- ¿En dónde le gustaría morir?

- Esta pregunta me deja un tanto perplejo... La verdad es que hasta ahora no me lo había planteado. No lo sé..., pero, de contestarle algo, le diré que desearía hacerlo trabajando, es decir, con las botas puestas. Si, además, puedo estar contemplando el Mediterráneo y nuestro cielo, con sus nubes o sus estrellas, mucho mejor.

- Morir trabajando: un bello y utópico final.

- Le cuento lo de seguir trabajando porque, en estas épocas, un científico raramente trabaja en solitario, sino en equipo. La jubilación, en la Universidad, puede significar el aislamiento y en la Ciencia de los Materiales es difícil avanzar inmerso en la soledad. Un artista puede seguir siendo creativo frente a un papel en blanco –con su pluma, sus pinceles o su piano– pero el científico no puede estar solo y necesita un cierto entorno para producir.

Manuel Elices nos enseña, orgulloso, el Laboratorio y lugar de trabajo, con sus equipos para ensayos mecánicos, microscopios, ordenadores... Fue el introductor en España de la Mecánica de la Fractura que estudia la fisuración y la rotura de los materiales (hormigón, roca, cerámica...). Muchos dispositivos se han fabricado en el Taller del Departamento para ensayos muy específicos. Observamos un cañón de gas junto con una cámara fotográfica donde se pueden hacer varios millones de fotografías por segundo; hornos para ensayar materiales a 1.400 grados y aparatos láser para medir las deformaciones dentro de ellos; criostatos para ensayar temperaturas bajísimas, a más de 200 grados bajo cero, como en el espacio exterior...

“No es fácil adaptarse a la vida sacrificada del científico –reconoce Elices–. Y, para sobrevivir, hace falta una fuerte vocación. Esta realidad está agudizada en nuestro país donde el científico tiene un escaso reconocimiento social. Sus logros contribuyen al bienestar de todos, pero no gozan de la misma popularidad y menos con la misma renta que los artistas o futbolistas de moda”.

Siete años después estas declaraciones, la Academia de Ingeniería de Estados Unidos le nombra miembro de número, en la sección de académicos extranjeros. Lo que le honra y llena de satisfacción, entre otros motivos por ser el primer (y, hasta la fecha, el único) español (y balear) que lo recibe. Pese a ello, ni la Universidad Balear y ni el Consell habían contacto hasta esta fecha con Manuel Elices.

Tras diez años como carrera superior de segundo ciclo, hoy, la nueva carrera de Ingeniero de Materiales ya se imparte en trece universidades españolas. En estos momentos ha entrado en la recta final; la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) ha encargado a Elices que estudie su transformación en un titulo de grado, en sintonía con las directrices de Bolonia. “Confío en que así sea, pues se trata de una carrera interdisciplinar, propia del siglo XXI, que reforzará el tejido industrial y creará muchos puestos de trabajo ya que contempla no solamente los tradicionales materiales estructurales, sino, también los materiales funcionales, nanomateriales y biomateriales”

Hace dos años, La Enciclopedia de Menorca publicaba un volumen sobre Peces, (Tomo V, Vol. 1 y 2) en el que Elices colaboró con el biólogo Luis Cardona Pascual, menorquín y autor del texto. En dicha enciclopedia hay más de 250 fotografías submarinas, seleccionadas entre las más de 2.000 que Manuel Elices hizo personalmente, durante los últimos años.

Próximamente: Miguel Fe Serra.

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