viernes, 12 de agosto de 2011

Sebatián Gayá (III) Canónigo de por vida.


Sebastián Gayá intervino en el momento del nacimiento de los Cursillos de Cristiandad.




La imagen del gallo y el canto “De colores” representa los Cursillos de Cristiandad.



- Y para terminar de rematar, va usted y se mete en la canonjía de la Catedral.

- En el año 47, vino a Mallorca, desde Valencia, don Juan Hervás, un obispo coadjutor que fue el auxiliar con derecho a sucesión en el mismo momento en que falleciera el arzobispo, don José Miralles, que era un octogenario muy avanzado. Pues bien, el mismo día de la muerte de éste me llamó Juan Hervás para hacerme canciller secretario general del Obispado. Con este motivo, vino la canonjía que hoy todavía continua, por ser un cargo vitalicio.

- Cargo con retribución incluida, me figuro

- Por supuesto. Continúo con los derechos propios de canónigo. Ahora bien, soy un jubilado.

- ¿Fue usted fundador de los Cursillos de Cristiandad?

- Yo era consiliario diocesano (representante de la jerarquía eclesiástica) de los Jóvenes de Acción Católica en el momento en que éstos sacan a luz los Cursillos de Cristiandad. Es, por tanto, natural que interviniera de una manera eficaz y exitosa en el nacimiento y en el desenvolvimiento de los Cursillos.

- ¿En qué fecha nacieron?

- En agosto de 1948 se organizó la peregrinación a Santiago de Compostela. Ya entonces se estaba trabajando en este movimiento de los Cursillos de Cristiandad. Del 7 al 10 de enero de 1949 se dio el primero de ellos, en el Monasterio de San Honorato, en Randa. No pude participar en él debido a mi cargo de canciller secretario, pero sí estuve el último día, y clausuré este cursillo en el que participaron 21 personas.

- Usted era el consiliario. Pero ¿quién era el seglar que presidía estos Cursillos?

- Eduardo Bonnín. Un hombre muy inteligente y muy culto, que ha estado toda su vida entregado a este movimiento. Un personaje difícil de encontrar en Mallorca porque, siguiendo estos Cursillos que han dado la vuelta al mundo, siempre estaba viajando.

- Juan Capó, viceconsiliario, era también un hombre muy viajero

- Don Juan Capó pasó muchos años de canónico en Córdoba hasta que enfermó y se retiró, llegando a Mallorca, en donde murió.

- En un principio, creo que este movimiento sólo estaba enfocado en los jóvenes.

- En efecto. Nacieron únicamente para ellos. Porque quien los gestaba era el Consejo de los Jóvenes. Luego se extendió a todos: a los hombres, las chicas y las mujeres.

Sebastián Gayá (IV) De cuatro a cinco millones de cursillistas en el mundo

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