jueves, 14 de abril de 2011

Miguel F. Oliver (y III): “Sa Nostra triplicó la actividad cultural y social

Miguel Oliver, en “Sa Nostra”, en el 2001.


- ¿Cree usted que el leer y el cultivarse contribuye a que los bancos ganen más?


- El leer y cultivarse nos ayuda a todos. Ahora bien, yo no entro en el tema de si en Baleares se lee mucho o poco. Lo que sí opino es que la gente debe ilustrarse, enriquecerse y ampliar sus conocimientos en el plan profesional porque cada día hay más competencia. Y en el cultural porque tenemos que ampliar nuestra cultura.


- ¿Qué han hecho los Bancos y las Cajas para mantener el nivel cultural tan escaso que parece haber en Baleares?


- Ignoro lo que los Bancos han hecho. Pero yo creo que las Cajas contribuyen, a través de nuestra obra social, a elevar ese nivel cultural y asistencial. Nosotros, en el 98, dedicamos 1.200 millones de pesetas a nuestra obra social que incluye un abanico extensísimo de todo tipo de actividades culturales y asistenciales. En eso, “Sa Nostra” contribuye anualmente de una manera más intensa. Piense que, cuando yo llegué aquí, en el año 87, el presupuesto de la obra social y cultural de “Sa Nostra” no creo que llegase a cuatrocientos millones de pesetas. O sea que, en unos diez años, se ha más que triplicado.


- Me pregunto si existen los que siguen desconfiando de los Bancos en general –Cajas y Bancos– y prefieren no ingresar su dinero en ellos, sino guardarlo en su casa.


- La gente está cada vez más implicada en las entidades financieras. Vienen a diario para obtener asesoramiento y para recolocar sus fondos a fin de sacarles el máximo rendimiento. No creo que la gente guarde el dinero en su casa. En todo caso, puede haber algunas excepciones que apenas cuentan. Los ingresos de la gente están cada vez más canalizados a través de las entidades financieras.


- ¿Continuará usted en su puesto madrileño o piensa volver algún día a la isla?


- Aquí llegué sin vencimiento y sigo. Lógicamente, estoy a expensas de lo que diga mi empresa y no me he puesto ninguna fecha de retorno. Pero, supongo que algún día volveré allí.


- ¿Es usted soltero o casado?


- Casado y con cuatro hijos. El mayor ha terminado la carrera de Ciencias de la Información. Dos chicas que han hecho Dirección y Administración de Empresas y el menor. Mi mujer es de Barcelona, pero ha vivido casi toda su vida en Madrid.


- ¿Alguno de sus hijos piensa seguir sus pasos en la banca?


- De momento no hay ninguno que se haya manifestado en este sentido. Yo estoy para aconsejarles pero tampoco quiero influir en nada.


- ¿Hablan ustedes en catalán en su casa?


- Normalmente, lo hacemos en castellano.


- ¿Y acuden en los veranos a la isla?


- Cada verano y alguna vez en Semana Santa. Allí tenemos una casa. El contacto con Mallorca es permanente y no lo vamos a perder nunca.


- ¿Qué le falta especialmente a Mallorca?


- Lo mismo que le falta al resto del país, una industria consolidada. Depende exclusivamente del sector servicios y está pendiente de si el sol la acompaña o no. Pero, poco a poco, se da cuenta de que tiene que ampliarse hacia otras esferas, aunque sean derivadas de la fuente inicial, y hacia otro tipo de industrias para ir consolidándose y no depender sólo del monocultivo del turismo.


- Si algún día llega a jubilarse, ¿volverá usted a la isla?


- Eso espero. O al menos pasaré temporadas allí.


- ¿Alguna vez se ha preocupado de su muerte?


- En alguna ocasión he pensado en ella, pero, evidentemente, no es un tema que en este momento me preocupe demasiado.

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