viernes, 25 de febrero de 2011

Miguel Fe Serra: ( y IV ) “Los mallorquines venden hasta su misma alma”.


Mallorca.


En Mallorca, todo se vende.



- ¿Va usted a Mallorca de vez en cuando?

- Siempre que puedo. Un par de veces al año. Cuando mis cuatro hijos eran pequeños, íbamos todos los veranos pero ahora que ya se han emancipado vamos cuando queremos. Generalmente, aprovechamos cuando no hay tantos turistas. Por ejemplo, en enero, en la época de calma. Nos pasamos quince días o un mes, y hacemos un turismo un tanto sui géneris. Como por ejemplo, visitando las ermitas de Mallorca o los monumentos megalíticos.

- ¿Cómo ve usted, desde la distancia, la situación social y económica de la isla?

- Muy bien, siempre que los mallorquines no se dejen llevar por el ansia del dinero. En mi opinión, venden demasiado. Una cosa es prestar servicios y la otra, que es lo que está ocurriendo, vender sus fincas, sus casas y su misma alma. Les dan demasiada importancia al dinero contante y sonante y han perdido en este momento el sentido de la propia propiedad. Ahora se habla mucho de las culturas, de las raíces. Pero las raíces son también las tierras que pisamos. Y muchos las están vendiendo.

- ¿Piensa usted volver algún día a Mallorca?

- No. Pienso que mis cuatros hijos, y mis cinco nietas son suficiente atadura. Además, me encuentro muy bien en esa casa que tengo. En Mallorca tengo a todos mis parientes y sigo un poco la actualidad por medio de conversaciones telefónicas y la televisión.

- Cuando usted muera, ¿le gustaría que le llevaran allí para ser enterrado en su isla?

- No lo tengo decidido, pero, desde luego, no quiero dar la molestia de que me lleven allí. No soy tan trascendente. Una vez muerto, se acabó mi cuerpo. Sí tengo fe en la otra vida, pero no en la pervivencia de mi cuerpo.

Próximamente: Guillermo Fernández-Cuartero y Pons, ex Director Genreral de Carreteras.

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