- ¿Nunca tuvo dudas?
- A mediados de la carrera, tuve algunas, como tantos estudiantes. Me gustaba la parte artística de la Ingeniería y quise explorar la carrera de Arquitectura; pasé dos años dibujando en la Academia López Izquierdo y aprobé el dibujo pero no continué por falta de tiempo y porque la atracción por los aspectos más básicos fue más fuerte. Me matriculé en la Facultad de Ciencias Físicas y simultaneé las dos carreras. No fui mal estudiante; acabé Caminos en 1963 con el número 1 de la Promoción.
- ¿Recuerda el nombre de alguno que haya terminado con usted?
- Varios compañeros de promoción son catedráticos en la Universidad Politécnica y en la Universidad Autónoma de Madrid, como Fernando Flores Sintes, catedrático en esta última. Otros han sido Directores Generales y la mayoría ocupan altos cargos en empresas de Construcción.
- ¿Y la carrera de Ciencias Físicas?
- La terminé al año siguiente, en 1964. De esta promoción sí hay nombres conocidos: Javier Solana, ex ministro de Asuntos Extreriores y ex Secretario General de la OTAN; Juan Rojo, ex secretairo de Estado; Félix Vidal, al que le concedieron el Premio Nacional de Investigación; Miguel Ángel Aguilar, conocido periodista, y muchos otros que son catedráticos de Universidad y científicos prestigiosos.
- ¿Qué hace en 1964, recién terminadas estas carreras de Caminos y de Físicas?
- Recuerdo que, a los pocos días de acabar esta última carrera, recibí una generosa oferta de trabajo de don Eusebio Lafuente, otro isleño en Madrid que era director de FECSA. Le agradecí su oferta y le comenté mis proyectos de acabar Físicas y encarrilar mi vida por otros derroteros. No sé muy bien lo que le dije, pero él siempre recuerda con cariño mi carta.
- ¿En dónde empezó a trabajar?
- En el Laboratorio Central de Obras Públicas, por pura casualidad. En aquellos años, el director del Laboratorio también era el director de la Escuela de Ingenieros de Caminos. Al acabar los estudios, fui a despedirme de él y, al agradecerle las atenciones que había tenido conmigo durante la carrera, sorprendentemente, me ofreció un puesto de profesor ayudante en su Cátedra de Resistencia de Materiales y un puesto de trabajo en el Laboratorio Central, con la tentadora proposición de que podía estudiar lo que quisiera. No lo dudé y quedé atrapado en Madrid a pesar de mi añoranza por las islas.
-Seguía teniendo usted una gran tendencia a volver a ellas.
- La tenía y la tengo, pero los acontecimientos se desarrollaron con tanta rapidez durante estos primeros años que mi vida profesional se ha fundido en este gran crisol que es Madrid. A los 30 años obtuve, por oposición, la Cátedra de Física en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid. Durante algún tiempo, me fue posible simultanear la docencia en la Universidad y la investigación en Obras Pública, pero, a partir de 1975, opté por quedarme en la Universidad, con dedicación exclusiva, en el departamento de Ciencia e Ingeniería de los Materiales.
(Mañana: (III) Pionero en la Ciencia de los Materiales)
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