Manuel Elices, Miembro y medalla de la Real Academia de Ingeniería.
- Otros hubieran cortado con la Universidad, quedándose con su trabajo en Obras Públicas. Pero usted no lo hizo, aún sabiendo que perdía dinero. ¿Por qué?
- Fue una decisión vocacional, ya que difícilmente podría darle otra justificación. Los primeros años fueron muy duros; en las Escuelas de Ingeniería no había una tradición investigadora y tuve que enfrentarme con la incomprensión y con la ingente tarea de levantar un Departamento Universitario en un ambiente que no era propicio. Después de casi 30 años, tenemos un departamento cuyo prestigio está reconocido internacionalmente y que ha irradiado profesores por toda la geografía española. Lo mejor del mismo es el capital humano. En el equipo, hay presencia balear: Tengo la suerte de contar con un colaborador excelente, Jaime Planas, mallorquín, catedrático e Ingeniero de Caminos. Un investigador de gran prestigio internacional. Igualmente, se incorporó Cristina Roselló, mallorquina e Ingeniero Industrial, que estuvo realizando la tesis doctoral. Pero, una vez que hubo terminado, se inclinó por la gestión empresarial. En estos momentos trabaja en el Banco de Españal.
- ¿Cuál es la línea desarrollada durante estos treinta años en su departamento?
- Hemos trabajado en casi todos los campos; experimentamos con aleaciones para la industria nuclear, aceros para la construcción civil, hormigones, materiales cerámicos de altas prestaciones, materiales compuestos para usos espaciales, y estudiamos el comportamiento de biomateriales para implantes, en colaboración con el Hospital de La Paz. La característica de nuestras actividades es la Mecánica de la Fractura, disciplina en la que hemos sido pioneros en España, y se ha alcanzado un reconocimiento internacional.
- ¿Y en la actualidad?
- En estos momentos dedico gran parte de mis esfuerzos a promocionar una nueva carrera que he gestado: Ingeniero de Materiales. Es una carrera superior, de carácter horizontal que, sin duda, será muy provechosa para el sector industrial. Se ha dicho que el bienestar económico y social de un país depende de su nivel de ingeniería de Materiales. No hay duda de que esta ingeniería tiene un gran protagonismo en las industrias del automóvil, de la construcción y de la electrónica.
- Una carrera que también se estudia, suponemos, en otros países
- El departamento no sólo ha irradiado profesores por toda la geografía española, también en Argentina, Chile y Egipto. Estos estudios se han iniciado, recientemente, en Inglaterra, Alemania y Francia. También en algunas universidades de los Estados Unidos y Japón.
- ¿Y cuentan con muchas solicitudes para poder cursarla?
- En el año 1998, empezó la tercera promoción y recibimos unas cien solicitudes. Se limitó la matrícula a cuarenta alumnos, debido a la falta de recursos en la Universidad Politécnica. Sin embargo, debo indicar que todos los egresados se han colocado. Nuestro país difícilmente será competitivo en la industria aeroespacial o en electrónica avanzada, pero lo podemos ser en los materiales más usuales, si sabemos producirlos más baratos y con más calidad que nuestros competidores. Esto requiere unos conocimientos muy sólidos que tratamos de impartir a los futuros ingenieros. Hemos redactado el Libro Blanco de la Titulación de Ingeniero de Materiales y empezado el nuevo Grado, siguiendo las directrices de Bolonia. En 2009, se matricularon 50 alumnos. En 2010, cien. Esta carrera ya se imparte en doce universidades.
Mañana, continuación: (IV) Experimentos sobre los hilos de las telas de araña.
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