Momento en el que le entrevistamos, en el 2000.
Experto en gestión y planificación sanitaria, Juan José Bestard Perelló, un mallorquín que dejó su isla a los 18 años, ha desempeñado en su dilatada vida profesional cargos relevantes como director general de Organización y Planificación Sanitaria del INSALUD, viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid y Director Gerente de Hospitales. Ha sido profesor en distintas Universidades y miembro del Consejo de la Federación Internacional de Hospitales y del Comité Permanente de Hospitales de Europa. En el 2004, fue seleccionado como Associate Expert (P4 Post No 6244), por la Organización Panamericana de Salud. Le entrevistamos en el 2000 y en el 2006.
Nace en Palma de Mallorca, el 8 de octubre de 1959. Estudia en el Luis Vives, “un colegio innovador –reconoce–, creativo, con una educación de marcado talante liberal y humanista”. Se trataba del primer colegio laico que hubo en España tras la Guerra Civil, creado por Salvador Salas. Y acaba su bachillerato en el Instituto Ramón Llull. “Allí hice grandes amigos. Era un centro con personas excelentes”.
Reconoce que tuvo inquietudes humanistas precoces. A los catorce años, le dio por leer las obras de Aristóteles, J. Locke, Kant, Hegel, Freud, Camus, Kafka, E. From... Afortunadamente, le aconsejaron entretenerse también con otras lecturas. Veraneaba en Puerto de Alcudia cuando aún era un puerto de pescadores. Convertido en puerto deportivo, hoy casi no lo reconoce. “Parece ser que entonces había un tipo de turismo que buscaba la isla por la propia identidad de Mallorca: la isla de la calma. El hotel Formentor fue el primer hotel español que se anunció en los cines de Londres. La gente buscaba lo especial de la isla, su belleza y su luz, mientras que hoy busca otra cosa y el turismo es diferente”.
- En 1977, opta usted por abandonarla.
- Tenía yo 18 años y había acabado el bachillerato. Inicié mis estudios universitarios y me matriculé en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona. Concretamente, me formé en el Hospital de Santa Creu y Sant Pau, en donde tuve la oportunidad de participar activamente como alumno rotario en el departamento de Neurología con el conocido profesor Barraquer.
- El número de estudiantes mallorquines que estudiaban en Barcelona era entonces muy elevado.
- Efectivamente. Y se distribuían entre Barcelona y San Cugat. Era un ambiente muy bonito y entrañable. Había mucho compañerismo y un buen clima cultural.
- ¿Por qué eligió Barcelona?
- Por dos motivos esenciales: porque en Palma no había Universidad y porque formarse fuera de la ciudad en donde has nacido tiene una serie de ventajas. Entre ellas, aprendes otras culturas y tus principios se vuelven menos vulnerables. Aun teniendo la cultura mallorquina y balear una clara identidad propia, eran muchas las cosas que nos unían con la cultura catalana, como lengua, antepasados, instituciones públicas y privadas, comercio, usos y costumbres. Allí estudié Medicina. Luego, me fui a Inglaterra, a Cambrige, en donde pasé un año y volví a Barcelona, quedándome hasta el 87. Estuve en una empresa dedicada a promoción de inversiones, centrándome, entre otros, en el tema de la Calidad, los alimentos congelados.
Mañana: (II) Experto en alimentos congelados.
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